jueves, 14 de julio de 2011

REPÚBLICA DOMINICANA-ESPAÑA




Soy Dominicana, ama de llaves, he vivido en Estados Unidos, Indonesia, Costa Rica y actualmente vivo en España desde hace dos años por motivos de trabajo, mis jefes viajan mucho y cada cierto tiempo cambiamos de destino, proceso que al inicio fue más difícil ya que en el momento en el que haces amigos, te adaptas a la cultura, es el momento de irse. La principal dificultad en los primeros meses de vida en España fue mi salud, tuve una tendinitis y como acababa de llegar no tenía médico asignado, fui a un ambulatorio y se negaron a atenderme, me moría de dolor y a la vez sentía que lo que hacían no era correcto, ya que aquí el servicio de salud es público, pero gracias a una amiga que me llevó al hospital empecé a mejorar. Otro problema fue volver a establecer un círculo de amigos, encontrar mis compañeros de fe, ya que la soledad te inmunda sin saber a dónde ir, los fines de semana a veces deambulaba sin ir a ninguna parte solo para pasar tiempo, anhelando que llegara la semana para realizar mi trabajo habitual, cocinar, limpiar, lavar, y a la vez compartir con otras personas aunque solo fueran mis jefes. Pero gracias a Dios ahora pertenezco a Cáritas, voy cada día a la iglesia y los fines de semana asisto a la celebración de la palabra con latinoamericanos donde me siento como en mi país. Al cual quiero regresar en algún día, pero no sé si será posible, porque han pasado los años y como es normal ya no tengo la misma fuerza como para seguir trabajando y en unos años si regreso no tendré sustento, mis ahorros durante estos años no podrían cubrir todos mis gastos durante la vejez. Pero a pesar de eso me siento afortunada, porque tengo alimentación, techo y empleo, conozco muchas personas que pasan hasta 4 y 5 meses sin empleo, con hambre, sin saber qué hacer, cosa que me rompe el corazón. Además en este proceso de adaptación continua de los últimos 20 años soy más consciente de los problemas que afectan a los demás, de sus virtudes y de las cosas interesantes que tienen que aportarme, muchos de ellos son personas extraordinarias de gran corazón que se han constituido mi gran familia en el mundo ya que por ahora no puedo estar con mis parientes de sangre, compartiendo con ellos solo en mis esporádicas visitas a República Dominicana. En este camino he aprendido a extrañarlos sin dejar de disfrutar de todo lo que me ofrece el país que vivo, yo quiero vivir el momento, salir, pasear por las calles y conocer todo lo que pueda de Europa, no quiero perder esa oportunidad porque no sé si la tendré otra vez.

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