domingo, 7 de febrero de 2010

WALT WHITMAN


Nació el 31 de mayo de 1819 en West Hills, Long Island. El segundo de nueve hermanos, hijo de un carpintero.Trabajó como periodista, profesor, empleado de gobierno, obrero de construcción y enfermero voluntario durante la guerra civil.
Al inicio de su carrera, produjo una novela, Franklin Evans (1842). Fue y es el poeta norteamericano más conocido. Su trabajo se inscribe en la transición entre el Trascendentalismo y el Realismo, incorporando ambos movimientos. Su obra maestra, Hojas de hierba, fue publicada en 1855, sufragada por él mismo, mostrando la visión de un “Yo” simbólico preso de una sensualidad que le hace amar a todas las personas. La obra fue revisada y expandida durante el resto de su vida, siendo publicada la edición definitiva en 1892. Otras de sus obras: Los dormidos, En el transbordador de Brooklyn, Hijos de Adán, Calamus y Ecos de la vejez.
Durante toda su vida se refirió a temas políticos, especialmente durante la Guerra Civil Estadounidense o guerra de Secesión, apoyó la Wilmot Proviso y se opuso a la extensión de la esclavitud, si bien no creyó en el movimiento abolicionista.
Falleció el 26 de marzo de 1892. Y es recordado como un gran poeta, ensayista, periodista y humanista estadounidense. Ha sido llamado el padre del verso libre, de la poesía moderna americana, y cuando las personas le recuerdan evocan en su memoria a un cantor de la democracia y al poeta del hombre común.

NO TE DENTENGAS, WALT WHITMAN

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre. No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. Huye. "Emito mis alaridos por los techos de este mundo", dice el poeta. Valora la belleza de las cosas simples. Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta del pánico que te provocatener la vida por delante. Vívela intensamente, sin mediocridad. Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes puedan enseñarte.Las experiencias de quienes nos precedieron de nuestros "poetas muertos", te ayudan a caminar por la vida La sociedad de hoy somos nosotros: Los "poetas vivos". No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...

sábado, 6 de febrero de 2010


Podría escribir sobre Haití un millón de fases tristes que nos recuerden todos los años de abandono social y la extrema pobreza de su gente, pero no es mi intención evocar en los lectores un sentimiento de tristeza, todo lo contrario, la tragedia del 12 de enero debe ser evocadora del sentimiento más puro de correspondencia y hermandad.

Quiero ver en su gente una sonrisa que dibuje el amanecer, como un sol radiante que divaga las penumbras, años de pobreza y soledad que marcaron su alma en el pasar de los días…Quiero ver en su gente la esperanza de sentirse comprendidos y sobre todo parte de una humanidad que les AMA…

¿HERMANDAD Y HUMANIDAD CONCEPTOS EQUIVALENTES?

Elaborados de la misma esencia material, el concepto de hermandad, proveniente del latín, germanus, abreviación de frater germanus, hermano de padre y madre, en la cual tiene su sentido propio y habitual “verdadero y auténtico”, ignorando en este contexto la connotación superlativa de dicho concepto en las relaciones interhumanas.

Esta realidad, intuida no solo por seres humanos con un alto grado de sensibilidad, es un hecho trascendente que concienciado o no, apela nuestra existencia ya que los sinónimos de humanidad son misericordia, piedad, ternura, amor, sensibilidad, compasión, benevolencia, caridad.

Asumiendo el significado de la palabra humanidad, concluimos que el origen primigenio de nuestro esencia, completa su sublimación con el contacto de nuestros semejantes, con la ofrenda generosa de nuestro Ser sirviendo a otros, comprobando de forma absoluta que ofrecernos es lo que nos perfecciona, por tanto servir más que un acto desinteresado es una necesidad para Ser.

Los grandes humanistas de todas las épocas han confluido en el concepto SERVICIO como necesidad inherente para el enaltecimiento del espíritu humano, como reflejo de AMOR, fluir transparente de un corazón que late.

La dilución de los conceptos, amor, pertenencia, hermandad y servicio adjunto de forma inalienable a los intereses sociales, económicos, políticos e individuales, han constituidos básicamente el origen de grandes episodios osccurecedores de nuestra historia.

Las grandes conflagraciones bélicas, el terrorismo, pero sobre todo en el devenir de los días sencillos y comunes, transitamos con violencia, fanatismo y racismo, indiferencia sin asumir que cualquiera de estos hechos son siempre una derrota para la humanidad, reductores de nuestra fuerza vital, aminorando el ímpetu del espíritu humano, y encaminándonos siempre por los derroteros precipicios de la deshumanización.

La generación actual, las juventudes del siglo XIX que muchas veces ignoramos la historia de nuestros antepasados, nuestra propia historia, estamos ineludiblemente condenados a transitar por las sendas de la deshumanización si continuamos con la individualización, concepto aniquilador de los atributos más puros de nuestro Ser.
Por Berniza Calderón.